Sin fútbol, no hay plata. La Primera A del balompié chileno ha enfrentado uno de sus desafíos más duros y con alargue. La suspensión de los partidos, debido a la pandemia del Covid-19, profundizó una crisis económica sin precedentes, iniciada por el estallido social. <br><b>Por Claudio Arzola y Nelson Osses</b>