“Enviamos links de El Mercurio o La Tercera para que respondieran positivamente cuando eran noticias a favor o en contra del candidato”, cuenta el asesor comunicacional Gonzalo Sánchez sobre las primeras estrategias digitales para José Antonio Kast, quien había renunciado a la UDI en 2016. Un año después contactó a Sánchez, que había interrumpido sus estudios de Periodismo para dedicarse de lleno a las asesorías políticas en materia digital y redes sociales.
Tras un par de reuniones con Kast, el asesor aceptó ser el encargado oficial de sus comunicaciones. Eran los primeros cimientos del partido, cuyas redes sociales son sus herramientas más poderosas y eficaces en la actualidad. Así relata aquellos momentos:
—La primera acción que realizó José Antonio fue en 2017 cuando fue candidato presidencial en una lista independiente y necesitó juntar las firmas—, relata Sánchez.
—En ese tiempo en redes era muy poco lo que tenía: un fan page y su cuenta de Twitter—, agrega.
Twitter, política y su dueño
Twitter, en política, se usa de manera habitual por su instantaneidad y por su comunicación directa con los electores. Es un territorio cotizado para armar debates y difundir información, aunque sea falsa. El también dueño de Tesla, Elon Musk, en septiembre de 2022, afirmó que su principal aprehensión era adquirir una plataforma donde el 90% de quienes comentan sus tuits son bots. Pero en la práctica, solo ha debilitado la seguridad y mecanismos para prevenir el uso de cuentas no verificadas.
El fenómeno Twitter
Twitter tuvo su auge cuando se empezó a utilizar como herramienta para el periodismo y las comunicaciones. Rommy Carrasco, publicista y magíster en Comunicación Estratégica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dice que “muchos medios de comunicación o profesionales que se dedicaban a compartir contenido comenzaron a encontrar en esta plataforma una herramienta que les permitía compartir en tiempo real una noticia que se estaba desarrollando”, comenta en referencia a la plataforma cuya influencia en materia política iba en alza. Más allá de la popularidad, lo que lograba Twitter era generar debate y discusiones que eran replicadas por referentes del periodismo y de la política. Gonzalo Sánchez sabía su potencial. José Antonio Kast lo intuía.
Cuando José Antonio y su equipo contrataron los servicios de la agencia, nos dimos cuenta de que no tenía Instagram. Y nos encontramos con que en su equipo no había mucha juventud. Había harto adulto mayor retirado de las Fuerzas Armadas, por ejemplo. A ellos los capacitamos. Les dijimos: «miren, con estos pasos ustedes se crean una cuenta de Twitter o cómo usar este hashtag»— recuerda Sánchez.
Noticias falsas y bots
El asesor digital reconoce actividades coordinadas en redes sociales por parte de sus adherentes, pero frente a una de las principales acusaciones, el Partido Republicano, como la presencia de bots y difusión de noticias falsas o fake news, dice que no fue testigo de nada. “Simplemente, era juntar personas que tenían cierta sintonía política y organizarnos por redes sociales”, señala Sánchez. Pero con el tiempo algunos parlamentarios sí reconocerían algunas de estas prácticas.
Presentación en sociedad
Cuando el Partido Republicano oficializó que se había constituido a nivel nacional, el 19 de julio de 2021, ante el Servicio Electoral de Chile (Servel), no convocó a una conferencia de prensa ni gestionó una exclusiva con algún medio. Lo anunciaron por Twitter: “¡Ya estamos constituidos a nivel nacional!, cada día somos más los chilenos que queremos una nación libre y próspera. #RecuperemosChile”; y finalizaron el texto con la imagen de la bandera chilena. El uso del emblema nacional en perfiles de redes sociales es característico entre los adherentes de la derecha y también de José Antonio Kast.
El 10 de diciembre de ese mismo año, el recién electo diputado republicano Gonzalo de la Carrera dijo que desde el Frente Social Cristiano (la coalición electoral entre el Partido Republicano y el Partido Conservador Cristiano) lo incitaron para compartir información falsa a través de su cuenta de Twitter. En ella aparecía una imagen trucada del entonces candidato presidencial Gabriel Boric, en la que supuestamente participaba en una protesta y hacía desmanes. “Ese día (el de la imagen falsa) yo difundí un tema cuyo contenido era real: Gabriel Boric había apoyado a los violentistas. La foto que se me envió resultó estar trucada y yo no tenía cómo saberlo. Yo esperaba que me apoyaran y que se refirieran al fondo del tuit”, dijo el parlamentario en esa oportunidad en el matinal de CHV.
Comportamiento en redes sociales
Para Macarena Orchard, PhD en Sociología de la Universidad de Nottingham, la cultura de la digitalización es clave. “Para explicar por qué hay ciertas personas que se dejan influir por cuentas falsas y otras no en redes sociales, existen varios factores. Lo primero es la alfabetización digital, lo segundo es el desarrollo del pensamiento crítico y también existe un factor generacional. Sin embargo, para el Partido Republicano la emocionalidad de ser patriota determina muchas veces el comportamiento de sus adherentes”. En este sentido, Orchard indica que también existe un componente emocional, muchas personas quieren que lo que se está diciendo sea cierto.
Un componente relevante en el comportamiento de los seguidores en redes sociales de Kast, de sus adherentes en el Partido Republicano, es la emocionalidad y representatividad que ellos ven en el discurso del excandidato presidencial. Por tal razón, es frecuente que los partidarios no cuestionen la veracidad de lo que leen en internet o en alguna red social, sino más bien, difunden información sin cuestionarse el origen de la misma.
“Para explicar por qué hay ciertas personas que se dejan influir en Twitter por cuentas falsas y otras no, existen varios factores. Lo primero es la alfabetización digital, lo segundo es el desarrollo del pensamiento crítico y también existe un factor generacional. Sin embargo, para el Partido Republicano la emocionalidad de ser patriota determina muchas veces el comportamiento de sus adherentes”
Macarena Orchard
La ultraderecha en el mundo
Las acciones digitales de los diferentes partidos de ultraderecha en el mundo son muy similares. Redes sociales con diversas acusaciones donde destaca Twitter con un alto porcentaje de bots. En 2018, miembros del movimiento de ultraderecha estadounidense alt-right, en gran medida responsables del protagonismo político del expresidente Donald Trump, sin previo aviso, alrededor de un 20% de sus cuentas de Twitter fueron desactivadas por la misma plataforma digital, bajo el hashtag #Twitterlockout (expulsados de Twitter). Los miembros de este movimiento se manifestaron en aquella oportunidad por considerar una manipulación política por parte de Twitter. Sin embargo, la respuesta no se hizo esperar. Desde la compañía explicaron que la baja en aquellas cuentas se trataba simplemente de verificación de cuentas automatizadas, conocidas como bots.
Generaciones digitalizadas
La relación entre la información y las redes sociales es altamente dinámica, Para Macarena Orchard es determinante el factor etario: “está todo relacionado, ya que las personas que han ido ingresando más tardíamente a las redes sociales se enfrentan a códigos comunicacionales completamente nuevos. Y en muchos casos las personas se quedan con lo primero que leen sin verificar la información, porque no están familiarizadas con las redes sociales, no se cuestionan lo que leen”.
Difusión y alcance social
Crear una cuenta en cualquier red social es extremadamente fácil. Además, el alcance de sus mensajes es la forma más ágil y expedita para difundir cualquier tipo de información. Para Camila Arce, sicóloga de la Universidad Mayor, “el alcance de las redes sociales es alto porque, en general, las personas tienden a ver algo en ellas y no a informarse de las fuentes principales. Ven una publicación y lo asumen como verdad, no se cuestionan qué tan verídica es la publicación que están viendo.
Las redes sociales tienen mucho poder, porque la gente se queda con lo que ve, no va más allá». Arce cree que Twitter es como una caja para voces automatizadas y humanas, con una verdad alterada, donde va a influenciar mucho más una cuenta con bot, porque dará para pensar por qué tiene tantos seguidores o qué es lo tan interesante que tiene que transmitir. “Entonces me dirijo a esta cuenta: no voy a seguir al que vende menos frutas, voy a seguir al que más le compran, quizás tiene la misma fruta y puede que su fruta sea espectacular, pero voy a seguir al que le compran más. Eso es puramente sicología de masas”, comenta la sicóloga de la Universidad Mayor.
El anonimato en redes sociales
Otro de los aspectos que permite a los bots actuar con facilidad es el anonimato. Sobre este ámbito, la sicóloga indica que lamentablemente, bajo el anonimato de las redes sociales “se pueden decir muchas cosas, y perjudicar a muchas personas. Pero como no hay consecuencia, no hay un actor real, es solamente un sistema digital y puede resultar muy peligroso porque desde el anonimato pasan fenómenos negativos”. Para ella el problema está en que los receptores pueden resultar afectados negativamente. Además, a esto se suma la desinformación.La gente se crea una opinión con base en una verdad alterada, influenciada, no informada y en la ignorancia de las personas, porque “teniendo a mano tantas herramientas para informarnos, decidimos quedarnos con lo primero que tenemos. Ahora hay mucho más acceso a la información y hacemos el acto de no informarnos”, asegura Arce.
“teniendo a mano tantas herramientas para informarnos, decidimos quedarnos con lo primero que tenemos. Ahora hay mucho más acceso a la información y hacemos el acto de no informarnos”
Camila Arce, Psicóloga de la Universidad Mayor.
Experiencia internacional
El catedrático de periodismo especializado en comunicación política de la Universidad de Complutense de Madrid. José Luis Dader aclara que el uso de bots es algo generalizado y no es patrimonio de un sector político en específico. Aunque en ciertos países, hacen más ruido.
Explica que los bots han ido creciendo poco a poco, ya que la tipología y el tráfico de ellos es muy variada. “Los datos que se manejan en el ámbito académico son que efectivamente los utilizan todo tipo de partidos políticos, es algo generalizado”.
Sin embargo, el académico español afirma que es Brasil donde existe la mayor preocupación por la utilización de este tipo de herramientas, con Bolsonaro y su círculo cercano. “Pero en otros lugares, por ejemplo en España, eso estuvo asociado durante mucho tiempo a Podemos, justamente lo contrario a Vox. En las elecciones de Estados Unidos entre Hillary Clinton y Donald Trump, se calcula que más del 30% de los mensajes eran producidos por bots. Y en el caso de Hillary Clinton era el 22%”, dice a modo de ejemplo.
Grassroots, los bots que no son bots
Dader menciona el concepto de grassroots. Terminología que se usa desde el siglo XIX en Estados Unidos y hace referencia a actividades de gente común y corriente en una zona determinada. Dader dice que cuando no existía la posibilidad de utilizar grandes medios de comunicación existían los grashroots. “Con la televisión esa táctica quedó un poco abandonada, hasta que con la llegada de internet y específicamente en la campaña de Obama, resurgieron. Y se relacionan con los bots porque son comunidades que crecen de manera artificial.
Hacen lo mismo que hace un bot, pero que no se note que es un bot. El objetivo principal del bot es generar la sensación que está convirtiendo en trending topic, cierta cuestión, determinado frame o encuadre, que eso capte la atención de los medios y que los medios hablen de ello”, asegura.
Como si fueran bots
Acerca de personas que tienen un comportamiento similar bots, Gonzalo Sánchez dice que eso es lo que ocurrió con los adherentes de José Antonio Kast. Asegura que en la campaña de José Antonio no se pagó por ninguna cuenta bot. “Lo que pasa es que como se capacitó a mucha gente que era adulto mayor en Twitter, porque es la herramienta más política de todas las redes”. El asesor explica que desde su teléfono, sus computadores, muchas veces ni siquiera ponían una foto, por miedo a la agresividad de las redes sociales.
Ponían una bandera o lo que sea. “Entonces tú puedes creer que son bots. Y si veías sus cuentas, prácticamente solo hablaban de Kast o de la derecha o el anticomunismo”, argumenta. “Uno mandaba un mensaje en los grupos de WhatsApp como: ‘apoyemos a José Antonio Kast con hashtag segunda vuelta’. Y los abuelitos, en vez de modificar el mensaje, copiaban y pegaban. Entonces tú te encontrabas con cuenta que tenían todo el perfil de bot, que funcionaban como bot, pero que en realidad no lo eran”.
Jugadas cotidianas
Para el asesor comunicacional de José Antonio Kast, Gonzalo Sánchez, cualquier medida que demostrara cotidianeidad era válida para llamar la atención y obtener seguidores. «Pusimos a José Antonio utilizando algún videojuego. Que jugara Mario Kart, por ejemplo. Los cabros se empezaron a pasar a la transmisión en vivo, de colegios como el Saint George u otros colegios cuicos. Entonces lo veían jugar y para ellos ver jugar a un político era increíble. De hecho, nos hicieron hasta una entrevista sobre eso», reconoce.
Años más tarde, Kast ya había dejado de jugar en política. En noviembre de 2021 sorprendió al superar a Gabriel Boric en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Quienes veían con temor la llegada de un representante de la extrema derecha al poder se unieron para lo que en un comienzo parecía impensado y se había vuelto algo real: un partido nuevo, con un líder de ideas ultraconservadoras, cerca de ser Presidente de Chile y con más de diez diputados y un senador en el Congreso en la actualidad. La estrategia de Gonzalo Sánchez había funcionado a pesar de la derrota, porque en política siempre hay revanchas.
Este artículo fue desarrollado como reportaje principal dentro del curso de Taller de Titulación de la carrera de Periodismo Vespertino de Universidad UNIACC durante el año académico 2022.
