Llegar a un nuevo país implica una inserción laboral o social. Ese proceso puede complicarse al momento de enfrentar distintos tipos de discriminación.
Según apunta el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 48% de los datos anteriores corresponden a un rango etario de 25 a 39 años. Además, menciona que Santiago alcanza la mayor cantidad de extranjeros, llegando a 220.881 personas.
Chile, ¿un oasis para mujeres migrantes?
Son más de 19 millones de habitantes en Chile, de los cuales 1.482.390 son personas extranjeras, de acuerdo al INE. De ellas, casi un 50% son mujeres, quienes se deben enfrentar a diario con diferentes desafíos solo por su género y nacionalidad.
Discriminación racial y violencia de género son actos que estas mujeres enfrentan durante su estadía en nuestro territorio.
¿Por qué Chile es elegido para migrar?
A partir del informe Voces Migrantes 2021 se estima que:
- El 31,7% de los encuestados prefiere Chile para mejorar su situación económica.
- Un 24,1%, por falta de trabajo en su país de origen.
- Un 14,3% dice haber llegado a nuestro país porque su familia ya había migrado, razón que se duplicó en relación al 2020.
Venezolanas: razones para migrar a Chile
Amneris Márquez, venezolana de 30 años, dejó su país natal ante una gran oportunidad laboral. Sin embargo, dice que “nunca estuvo en mis planes irme a otro país de Latinoamérica”.
Pese a ello, dice haber sido persuadida por algunos amigos, quienes, además de ofrecerle el trabajo, le brindaron estadía. «Mis amigos «venezochilenos» me motivaron a venir para trabajar en el emprendimiento de ellos».
Junto a ella, llegó a Chile su hermana Mariangel (24). «Vi la oportunidad de estudiar Publicidad en este país, porque era más viable», comenta.
Según el reporte del Mapa de Migración en Santiago la población venezolana se ubica principalmente en los barrios Santa Isabel, San Isidro y el Eje Bulnes-Almagro.
Estos sectores comprenden un alto nivel de comercio y conectividad con el resto de la ciudad por la presencia de estaciones de Metro y a su cercanía al departamento de Migraciones de la Policía de Investigaciones (PDI).
Haitianas: razones para migrar a Chile
Judith Christian, una mujer haitiana de 43 años, migró a República Dominicana en 2014. Allí pudo terminar de estudiar Administración de Empresas, aunque, lamentablemente, fue el lugar donde falleció su esposo.
«Desde entonces migré a Chile para salir adelante con mi hija. No fue difícil adaptarse a los modismos chilenos, ya que sabíamos español», dice.
«Llegué directamente a la comuna de Quilicura para conseguir un empleo. Allí fui acogida con las puertas abiertas en la casa de una conocida», quien desde hace algunos años ya vivía en el sector, agrega.
Por su parte, Jean Adasme Nuñez, directora de la Dirección de Desarrollo Comunitario de Quilicura, afirma que «en su momento, la comuna fue un espacio atractivo para los extranjeros, porque cuenta con el Sello Migrante, acogiendo muy bien a otras nacionalidades, brindándole toda la atención primaria que necesita».
Esto evidencia que su destino es definido por las oportunidades de trabajo y los familiares que tengan en esa zona, dejando de lado el factor cultural que pueda conllevar la estadía en el país.
El movimiento feminista a la sombra de la migración
El feminismo es un movimiento político-social, económico y cultural que recorre el mundo. Este busca eliminar la violencia en contra de la mujer, vencer el sistema patriarcal y la subordinación social.
Son varios los grupos feministas que se han manifestado por la igualdad de derechos sociales, económicos y laborales. Espacios donde las mujeres extranjeras en Chile no quedan exentas. Especialmente porque, ellas se enfrentan a una doble discriminación: como mujeres y migrantes.
Por ejemplo, la Coordinadora 8M, agrupación que integra mujeres extranjeras, ha luchado por los casos judiciales de las chilenas Fernanda Maciel y Antonia Barra; la haitiana Delicienne Sajuste, y la venezolana Diana Guaina.
La apariencia física también es una desventaja
Se ha demostrado que las mujeres venezolanas y haitianas han denunciado ser víctimas de diferentes tipos de discriminación. Un estudio publicado por el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género estima que el 24,5% de las mujeres migrantes han sido víctima de violencia en 2022.
Asimismo, un estudio hecho por la misma cartera establece que las agresiones verbales, el acoso callejero y la violencia física grave son las principales denuncias que han recibido por parte de ellas.
Según la académica Alexandra Barton, las mujeres extranjeras afrodescendientes son consideradas como «exóticas», siendo de esta forma sexualizadas, esto debido a su raza o etnia.
Pero, ¿qué se entiende por sexualización? De acuerdo a la Asociación Psicológica Americana, el significado de esta aborda cuatro puntos:
- Igualar el valor de una persona a su sexualidad.
- La atracción definida como sexualidad.
- La cosificación sexual.
- La imposición de la sexualidad.
Belleza subjetiva
La belleza se entiende como una persona o cosa notable por su hermosura, a partir de la lengua española. Sin embargo, este concepto suele estar definido por los diferentes estereotipos que se desarrollan en el mundo.
En el caso de las mujeres venezolanas, es común que se preocupen por cumplir altos estándares estéticos, por su gran éxito en los concursos de belleza como Miss Venezuela.
La venezolana Valeria Peña (21), asegura que «todas tienen que ser perfectas, estilizadas, operadas, maquilladas y cuando llegan a Chile se ven expuestas al acoso callejero».
En base a lo anterior, la afrovenezolana Noryis Dubai asegura que «culturalmente la valía de la mujer se promueve por la belleza y el atractivo».
La apariencia de las venezolanas es socialmente «llamativa», lo que las lleva a experimentar situaciones incómodas en las calles.
Experiencias de discriminación venezolana en Chile
«Miradas incómodas y comentarios inapropiados, me han hecho sentir sexualizada mientras camino por las calles», comenta la venezolana Mariangel Márquez. Además, asegura que este sentimiento aumenta cuando decide usar poleras o blusas de escote o faldas cortas.
Para evitar el acoso callejero, Mariangel reconoce que se autolimita de vestir como le gustaría. Se decide por prendas más conservadoras para sentirse más segura al andar por la vía pública.
«Al ser afro y extranjera, me he sentido sexualizada. El hecho de ser distinta por mi silueta y mi cabello, me ven como una cosa exótica y es bien desagradable», menciona Noryis Dubai, afrovenezolana miembro de la Coordinadora Feminista 8M.
«Ay, pero ¿qué estás haciendo aquí, por qué no te vas a tu país?», o «resuelve el problema que tienen en tu país».
Amneris Márquez asegura que esos comentarios están mal y «hay que hacerlos saber a la persona que está haciendo estos actos xenófobos, y sin faltarles el respeto, evitando generar un problema más grande».
Experiencias de discriminación haitianas en Chile
«Siempre me dicen la morena fea, o estos negros culiaos”. Han sido algunos de los comentarios que ha recibido Nadia (38) en las calles.
Christina Louis, ha sido discriminada en diferentes lugares. «Me ha pasado en la calle o en tiendas. La gente me dice que no me va a vender o se excusan (…) Y entendí que si somos de colores y pelo distintos, puede que a otra persona esto no le caiga bien».
“Me sentí discriminada cuando busqué trabajo, porque me rechazaron muchas veces por no tener mis papeles al día”. Así dijo una haitiana de 30 años, quien compartió anónimamente su experiencia por miedo a las críticas sociales.
Inserción de extranjeros
La palabra «inserción» busca generar participación en diferentes espacios sociales. Así lo define el sociólogo Alberto Gamboa.
Pese a ello, el profesional destaca que «la inserción de migrantes es un proceso más complejo«. También afirma que deben vivir en una realidad absolutamente diferente a la de su país de origen.
Esto se debe a que los aspectos culturales e idiosincrasia -y sobre todo, la identidad- de los migrantes no encajan con el entorno. Es por eso que se necesitan herramientas especiales para un mejor desarrollo integral.
Inserción sociolaboral de mujeres haitianas en la comuna de Quilicura
Quilicura acoge al 7,6% del total de haitianos en Chile, según indica el Instituto Nacional de Estadísticas.
La municipalidad cuenta con una Oficina de Migrantes y Refugiados, cuya misión principal es entregar orientación y asesoría en todo el proceso de regularización migratoria.
La comuna cuenta con el Sello Migrante, la cual impulsa la multiculturalidad, es por ello que a través de diferentes programas entregan información adecuada.
En conversación con José Luis Torres, psicólogo comunitario y encargado de la Oficina de Migrantes y Refugiados, explica que «por el alto ingreso de extranjeros en Quilicura, han decidido postergar la creación de actividades de inserción sociolaboral».
Esta decisión fue tomada para entregar información a quienes requieran ayuda en el proceso migratorio.
A la espera de la regularización migratoria
El área de migración en Chile sigue teniendo problemas para funcionar. Por esa razón, se han presentado situaciones difíciles de resolver al momento de entrar al país, haciendo de este trámite un proceso complejo.
Son varios los casos donde parejas haitianas no cuentan con el certificado de matrimonio, complicando su verificación. Por eso, el Área Migratoria del Aeropuerto Internacional es el que decide si efectivamente son matrimonio o no.
«Esto sucede porque en Haití existe una crisis migratoria de papel y de tecnología para verificar los documentos. Son muy fáciles de falsificar», explica Cristian López Sánchez, ex agente e inspector del Área Migratoria del Aeropuerto de la PDI.
Las costumbres haitianas cruzan fronteras
Desde la Municipalidad de Quilicura, dicen que, en el caso de las mujeres haitianas, existen costumbres sociales que traspasan fronteras, las cuales dejan en segunda prioridad la inserción social y laboral en nuestro país.
La mayoría de las mujeres en pareja deben quedarse en casa para realizar tareas del hogar y cuidar a los hijos. Esto hace más difícil su interacción con la sociedad chilena, dando como resultado un dominio mínimo del español.
De hecho, el psicólogo José Luis Torres, comenta que «esta realidad sucede debido a que las mujeres haitianas asisten a comunidades de su misma nacionalidad, como la iglesia evangélica, donde se comunican en kreyòl-francés» (idioma a nivel doméstico haitiano), razón por la cual no es necesario aprender un nuevo idioma.
Inserción sociolaboral de mujeres venezolanas en la comuna de Santiago
La comuna de Santiago es la cuna de la Gran Región Metropolitana. Allí residen cerca de 404.495 personas, de las cuales 110.657 de ellos corresponden a la comunidad venezolana, según datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadísticas y sobre la base del Censo 2017.
Al igual que Quilicura, Santiago también cuenta con una Oficina de Migrantes. Esta se encarga de brindar atención especial y orientación a las comunidades migratorias extranjeras y vecinos que residen dentro de la comuna.
También, la oficina cuenta con el Sello Migrante y ofrece talleres para las personas extranjeras en áreas de interés como es la participación e integración social.
Reintegración económica dentro de la comuna de Santiago
La Municipalidad de Santiago unió fuerzas con otras instituciones, como ChileValora, para lograr la reintegración económica de mujeres que ejercen en condiciones de «trabajo decente».
Asimismo, trabaja a la par con la implementación de certificaciones de cuidadoras para mujeres migrantes dentro de la comuna, respaldadas por el Estado.
A pesar de las políticas públicas actuales, aún existen grandes obstáculos para una correcta inserción sociolaboral de las mujeres venezolanas.
Según el Centro Nacional de Estudio Migratorios de la Universidad de Talca (CENEM), su mayor obstáculo laboral es el vencimiento de visas o cédula de identidad (50,1%).
Pese a varios intentos de contactarnos con la Municipalidad de Santiago para este reportaje, no tuvimos respuesta por parte de la institución para profundizar sobre el tema.
La evidente falta de programas de inserción social extranjera
Ambas nacionalidades viven situaciones totalmente diferentes en nuestro territorio, ya que existen herramientas de ayuda, pero no de inserción social.
Esto quiere decir que los municipios cubren las necesidades básicas de las comunidades extranjeras. Sin embargo, no integran directamente a estas dentro de la sociedad chilena, lo que dificulta la coexistencia entre ambas.
En el caso de las mujeres haitianas, queda en evidencia que no se incorporan en nuestra realidad de la misma forma que las mujeres venezolanas. Ello se debe a su dificultad de adaptación al idioma y por sus costumbres y tradiciones.
En este sentido, la carencia de programas de inserción social es evidente.
Vulnerabilidad de la belleza
Por su forma de vestir, de peinar y de maquillar, las mujeres haitianas y venezolanas se convierten en un centro de atención, lo que no es necesariamente positivo.
Se evidencia un choque sociocultural en el ámbito estético. Al ser ellas segregadas, discriminadas por su color de piel, sexualidadas o cosificadas, y por poco manejo del español chileno.
De esta forma, sería oportuna la creación de programas municipales de inserción social con enfoque de género. Así, ellas puedan participar con facilidad en una instancia en la que puedan adquirir herramientas para coexistir en nuestra sociedad.
En esta línea, se propone la creación de un trabajo mancomunado entre los municipios y el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM). Esto con el fin de complementar funciones jurídicas, sociales y laborales de ambas instituciones.
«La población migratoria es femenina» dice Francisco Carreño, trabajador social de SJM. Estos datos confirman la necesidad de programas de inserción enfocados en mujeres migrantes.
Los obstáculos laborales de las mujeres haitianas y venezolanas
Distinto es el caso de la inserción laboral, en la cual los municipios sí cuentan con procesos y herramientas que les facilita a las extranjeras la obtención de una fuente de trabajo.
Sin embargo, la haitiana Alexandra Fontilus, del Servicio Jesuita a Migrantes, menciona en un artículo de La Tercera que «el primer requisito es saber el idioma, siendo lo más complejo en el ámbito laboral».
Así es oportuna la creación de un espacio comunitario, gratuito y de fácil acceso en donde se enseñe el español a aquellos migrantes que no lo dominen.
Para las mujeres venezolanas, su inserción laboral es rápida, según CENEM. Esto se debe a que existe una tendencia a buscar trabajo en los mismo sectores que se desempeñaban en su país.
Una inducción al mundo laboral con enfoque de género sirve para capacitar sobre la legalidad laboral a aquellas migrantes que deseen optar a un trabajo justo.
Este artículo fue desarrollado como reportaje principal dentro del curso de Taller de Titulación de la carrera de Periodismo Diurno de Universidad UNIACC durante el año académico 2022.