Es necesario comprender cómo las costumbres sociales haitianas han traspasado las fronteras, instalándose dentro del territorio chileno de manera aislada.
Esto se debe a los estereotipos insertos en la cultura de Haití, posicionando a la mujer en el eslabón más bajo dentro de la sociedad, sufriendo maltratos y desprecios día a día.
En este sentido, ellas se enfrentan a la discriminación, resultado de años de tradiciones machistas, las cuales son aceptadas en su cultura.
La sociedad menosprecia a las mujeres en comparación con los hombres, ya que ellos mantienen el poder absoluto en la toma de decisiones en una pareja o familia.
Falta de oportunidades laborales en Haití
Los programas educacionales de Haití enseñan directamente los patrones que aquella sociedad impone. A esto se ven enfrentadas las niñas que sí logran estudiar: ser inferiores y subordinadas a los hombres.
Incluso «el matrimonio se considera una ventaja mayor para una mujer que un título universitario». Así destacó la activista feminista haitiana Marcna Andy Pierre al medio Agencia EFE.
Sin embargo, «todos pueden estudiar por igual, pero la verdad es que no hay trabajo en Haití para las mujeres». Relata Nadia, una mujer haitiana de 38 años que reside de la comuna de Quilicura.
«Yo estudié educación en párvulo en Haití y no pude conseguir trabajo en mi país, por eso migré a Chile».
El desempleo de las mujeres en Haití registró un alza de un 39% después de la pandemia, según datos recopilados por ONU Mujeres y Care.
La dura realidad de las mujeres haitianas
La Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos publicó casos de violencia de género. Esto con el objetivo de denunciar y dejar evidencia de cómo mujeres haitianas son violentadas e ignoradas en cuanto a la igualdad de derechos.
Es por eso que, las haitianas que migran a nuestro país, llegan acompañadas por sus costumbres patriarcales, lo que es una gran barrera para su proceso de inserción sociolaboral.
Titulares noticiosos de la prensa en Chile como «Tribunal absuelve a mujer haitiana acusada de parricidio que sufría grave violencia de género” y “Mujer haitiana es la cuarta víctima de femicidio en 2019«; dejan en evidencia que con el pasar de los años, estos hechos lamentablemente no cambian para las haitianas pese a migrar a nuestro país.
Mujeres en ayuda
Dentro de nuestra sociedad existen mujeres haitianas que brindan ayuda a otras mujeres para superar hechos de violencia a las que fueron expuestas.
Tal cual fue el caso de Judith, mujer haitiana que logró trabajar en la Casa de la Mujer de la comuna de Quilicura. Allí ayudó a sus pares a denunciar el maltrato provocado por sus maridos y buscar asistencia de terceros para superar estos traumáticos hechos.
Sin embargo, «existe un 70% y 80% de las mujeres, que a la hora de ratificar las denuncias, se arrepienten, en muchos casos influenciadas por los mismos hombres que las violentan»; mencionó Karin Luck, ex diputada de Renovación Nacional en una Charla de Violencia Intrafamiliar en la comunidad haitiana en el 2019, según declaraciones que consigna La Tercera.
Barreras de inserción haitiana en Chile
Barrera idiomática:
El poco conocimiento del español dificulta la integración de la mujer haitiana, pese a que, según el Centro Nacional de Estudios Migratorios, un 51,7% de los haitianos que llegan a nuestro país hablan español.
Pese a ello, «las mujeres haitianas no tienen la necesidad de aprender español», así lo menciona el psicólogo comunitario de la Oficina de Migrantes y Refugiados de Quilicura, José Luis Torres.
Esto, producto a que «conviven con comunidades de su misma nacionalidad. Sobre todo en diferentes iglesias evangélicas, cuyas prédicas se realizan en kreyòl».
Inserción laboral:
Su inserción laboral, según los investigadores, se divide en dos grandes aristas: haitianas en pareja y solteras.
- Las mujeres en pareja se dedican a las labores del hogar y al cuidado de los hijos, motivo por el cual no cuentan directamente con un trabajo remunerado.
- Las mujeres solteras están obligadas a insertarse en el mundo laboral chileno para sobrevivir, desempeñándose principalmente en los sectores gastronómicos y comerciales.
Ante estos puntos, esta problemática deja en manifiesto que los hombres tendrían mayores oportunidades reales de inserción social y laboral.
Las costumbres patriarcales de Haití, hacen que la mayoría de las mujeres siga un patrón de machismo sumisamente, alejándose de la posibilidad coexistir con la sociedad chilena.
Es de suma importancia que los canales de comunicaciones hacia los colectivos haitianos sean eficaces y se adapten a su idioma natal.
Esto con el fin de proteger su dignidad y derechos como migrantes, en especial a las mujeres que necesiten ayuda y atención profesional sin intervenir su cultura.
Este artículo fue desarrollado como subtema del reportaje principal «¿Discriminadas y sexualizadas? La inserción sociolaboral de mujeres extranjeras en Santiago bajo una mirada feminista» dentro del curso de Taller de Titulación de la carrera de Periodismo Diurno de Universidad UNIACC durante el año académico 2022.