De los pacientes más críticos que han tenido que hospitalizarse con ventilación mecánica, muchos poseen enfermedades preexistentes. Quienes padecen de diabetes y son mayores de 75 años, tienen 14 veces más riesgo de morir. Así lo publica la revista especializada Diabetologia.
Cerca de un tercio de los pacientes de más de 65 años son los más perjudicados por la diabetes, según datos de la Encuesta Nacional de Salud del año 2018.
Muchos de los pacientes hospitalizados tienen hipertensión entre sus enfermedades preexistentes y factores de riesgo, ratifica el cardiólogo Nicolás Veas, de la Clínica Universidad de los Andes.
Como un “asesino silencioso” y asintomático califican los expertos a esta enfermedad. Si una persona sufre hipertensión -afecta a un 75% de los AM en Chile- y no se mide la presión, nunca sabrá si la tiene. (Clínica Universidad de Los Andes, 2020).
Este dato es relevante si consideramos el alto porcentaje de AM de algunas de las comunas de Santiago –Las Condes, Ñuñoa y Puente Alto-.
Parkinson, al acecho
Esta enfermedad afecta al 1% de la población mundial. Quienes la poseen se encuentran más lentos de lo habitual y sus medicamentos no funcionan como antes, explica el neurólogo José Miguel Tirapegui. En caso de tener Covid-19, el riesgo aumenta.
Esta patología, que se ubica dentro de las enfermedades preexistentes, afecta primero al sistema autonómico causando depresión, alucinaciones, ansiedad, apatía, descontrol de impulsos y cuadros psicóticos, entre otros síntomas, agrega Tirapegui.
El confinamiento produce cuadros ansiosos depresivos, sobre todo en los de más edad, explica María Francisca Vilches, de la Fundación Adultos Mayores Chile (Famchi).
Mente confinada: enfermedades preexistentes
Una de cada cinco personas de más de 60 años vive con alguna enfermedad psiquiátrica, conforme a datos del Ministerio de Salud (Minsal).
Los problemas de la salud mental en confinamiento pueden desencadenar un aumento de suicidios y trastornos en los adultos mayores, según la Organización Mundial de la Salud.
La falta de comunicación, el aislamiento y la poca estimulación del cerebro pueden causar un constante deterioro mental, advierte Katherine Salcedo, directora ejecutiva de Famchi.
Durante la pandemia algunos tratamientos de pacientes con y sin enfermedades preexistentes se han postergado o no realizado. Uno de cuatro AM no cuenta con asistencia para ir a sus controles médicos, según un estudio del Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro.
Inyectar esperanza
Si bien, los AM son un grupo de riesgo y las patologías preexistentes aumentan el peligro, la vacuna Sinovac, que comenzó a administrarse en Chile en enero del 2021, reduce a la mitad la probabilidad de contagio, disminuye en un 78% la necesidad de atención médica y elimina los requerimientos de hospitalización. Según indica el Ministerio de Salud.
La vacuna podría además mitigar el cansancio se ve reflejado en los sentimientos y sensaciones que han experimentado los adultos mayores, como la soledad y el abandono. También en ciertos cambios físicos vinculados a la falta de movilidad, según lo mencionan algunos testimonios.
El día a día en estas personas no solo ha sido negativo. Son capaces de sobreponerse, seguir trabajando y, en algunos casos, utilizar y aprender del mundo digital. Ahora está a su favor.
Pese a todas las enfermedades preexistentes, el coronavirus les ha entregado un desafío mayor, el cual han enfrentado con sus hijos, nietos, vecinos y amigos.
Si pueden, lo logran, si les cuesta, no están solos.
Este artículo fue desarrollado como subtema del reportaje principal «Vivir en pandemia: envejecer no significa depender» dentro del curso de Taller de Titulación de la carrera de Periodismo Diurno de Universidad UNIACC durante el año académico 2020.